La mastografía, también conocida como mamografía, es un estudio médico radiológico, que se realiza mediante el disparo de una dosis baja de rayos x para obtener una imagen interna de la mama. Dicho estudio se realiza utilizando un equipo especial llamado mastógrafo.

El objetivo principal de la mastografía es el diagnóstico y detección temprana de cáncer de mama, siendo el método más efectivo para la detección de cáncer de mama.

La Secretaría de Salud recomienda que las mujeres de entre 40 y 49 años de edad se realicen mastografía cada 1 o 2 años, y las mujeres mayores a 50 años de edad la realicen cada año. En caso de presentar un historial de cáncer de mama en la familia, se recomienda realizar el estudio 10 años antes de la edad en que se presentó en el familiar y continuar realizando el estudio periódicamente. De igual manera, a cualquier edad que se sospeche la presencia de tumor, se recomienda realizar el estudio. Siempre es importante consultar a su doctor.

Se pasa a la paciente a un vestidor dónde se le pide que remueva su ropa y se ponga una bata proporcionada por la clínica. La paciente es colocada parada frente a la máquina (mastógrafo o mamógrafo), una técnica radióloga coloca el busto o mama sobre la paleta de rayos x, ajustada a la altura de la paciente, posteriormente una segunda paleta en la parte superior desciende para comprimir y aplanar la mama, esto permite esparcir el tejido para obtener una mejor imagen. Sentirá presión sobre la mama por unos segundos, puede llegar a ser molesto, pero solo dura un par de minutos. Este procedimiento se realiza individualmente para cada mama, entre más plana sea la mama, mejor será la imagen. El tiempo total de una mastografía es entre 15 y 20 minutos.

El estudio de ultrasonido consiste en la obtención de imágenes internas del cuerpo a través de un sonar, similar a los submarinos y al de los murciélagos. Por medio de un accesorio llamado transductor, se emiten ondas de sonidos no perceptibles al oído humano, las cuáles viajan a través del cuerpo y rebotan con los objetos u órganos, la máquina del ultrasonido traduce este movimiento de las ondas de sonido en imágenes. El ultrasonido de mama es un estudio no invasivo complementario a la mastografía.

El ultrasonido de mama es recomendable para mujeres menores de 40 años y mujeres embarazadas. En mujeres mayores a 40 años, es recomendable realizar ambos estudios para mayor obtención de imágenes del interior de la mama, proporcionando mayor información disponible para el doctor realizando así un mejor análisis y diagnóstico correcto. Asimismo el ultrasonido proporciona imágenes en tiempo real del movimiento del cuerpo y flujo de sangre (doppler), que proveen de información adicional del comportamiento o la causa de la lesión o masa detectada.

La elastografía es una técnica nueva de ultrasonido de mama que proporciona mayor información acerca de la consistencia y dureza de las lesiones o masas detectadas en la mama. Consiste en realizar ligeras presiones con el transductor sobre el área de la mama donde se perciben lesiones, similar a un examen de tacto. Esta técnica es de gran ayuda para determinar si las lesiones o masas son malignas o benignas.

La biopsia de mama es una técnica para determinar si la lesión o masa detectada con mastógrafo y/o ultrasonido es maligna (cancerígena) o benigna (no cancerígena). El estudio consiste en la inserción de una aguja especial en el área específica de la mama donde se localiza la lesión o masa, obteniendo una pequeña muestra del tejido, la cual es enviada a un laboratorio especializado donde se analiza la muestra y se determina la presencia o no de cáncer. La aguja es insertada por un doctor especializado y certificado guiándose en tiempo real por las imágenes proporcionadas por mastógrafo o por ultrasonido para tomar la muestra exactamente de la lesión o masa. Este procedimiento es de mínima invasión, el cual no requiere hospitalización.

Consiste en colocar un arpón en una lesión o masa no palpable observada por mastografía o mamografía, que posteriormente va a ser extraída en quirófano por un cirujano. El procedimiento requiere de una adecuada asepsia e infiltración de anestesia local, bajo control mamográfico observamos en tiempo real como la aguja atraviesa en el nódulo o masa que va a se retirado en quirófano para que así quede correctamente colocado y fijado.

Consiste en colocar un arpón en una lesión o masa no palpable observada por ultrasonido que va a ser extraída en quirófano por un cirujano . El procedimiento requiere de una adecuada asepsia e infiltración de anestesia local , bajo control sonográfico observamos en tiempo real como la aguja atraviesa en el nódulo o masa que va a se retirado en quirófano para que así quede correctamente colocado y fijado.

Posterior a realizar una biopsia bajo guía radiológica y obtener un diagnóstico de una lesión mamaria maligna se requerirá de tratamiento de quimioterapia previa a su extirpación. En este caso se sugiere colocar marcadores, guiados por ultrasonido, en la periferia de la lesión para su posterior localización al tener una respuesta completa al tratamiento de quimioterapia (las lesiones desaparecen al tener una respuesta satisfactoria a la quimioterapia). La respuesta total a la quimioterapia requiere de la posterior extirpación de células residuales las cuales no son observadas en estudios de imagen sin embargo al ser marcadas con clips al inicio del tratamiento le permitirá al cirujano su extirpación total cuando se colocan clips q indicaran en donde se encontraba.

Posterior a realizar una biopsia bajo guía radiológica y obtener un diagnóstico de una lesión mamaria maligna se requerirá de tratamiento de quimioterapia previa a su extirpación. En este caso se sugiere colocar marcadores, guiados por mastografía, en la periferia de la lesión para su posterior localización al tener una respuesta completa al tratamiento de quimioterapia (las lesiones desaparecen al tener una respuesta satisfactoria a la quimioterapia). La respuesta total a la quimioterapia requiere de la posterior extirpación de células residuales las cuales no son observadas en estudios de imagen sin embargo al ser marcadas con clips al inicio del tratamiento le permitirá al cirujano su extirpación total cuando se colocan clips q indicaran en donde se encontraba.

La Secretaría de Salud recomienda que las mujeres de entre 40 y 49 años de edad se realicen mastografía cada 1 o 2 años, y las mujeres mayores a 50 años de edad la realicen cada año. En caso de presentar un historial de cáncer de mama en la familia, se recomienda realizar el estudio 10 años antes de la edad en que se presentó en el familiar y continuar realizando el estudio periódicamente. De igual manera, a cualquier edad que se sospeche la presencia de tumor, se recomienda realizar el estudio. Siempre es importante consultar a su doctor.

Se pasa a la paciente a un vestidor dónde se le pide que remueva su ropa y se ponga una bata proporcionada por la clínica. La paciente es colocada parada frente a la máquina (mastógrafo), una técnica radióloga coloca el busto o mama sobre la paleta de rayos x, ajustada a la altura de la paciente, posteriormente una segunda paleta en la parte superior desciende para comprimir y aplanar la mama, esto permite esparcir el tejido para obtener una mejor imagen. Sentirá presión sobre la mama por unos segundos, puede llegar a ser molesto, pero solo dura un par de minutos. Este procedimiento se realiza individualmente para cada mama, entre más plana sea la mama, mejor será la imagen. El tiempo total de una mastografía es entre 15 y 20 minutos.