La densitometría ósea, también conocida como DXA, es una prueba que utiliza rayos X de baja dosis para medir la densidad mineral ósea (DMO), es decir, la cantidad de calcio y otros minerales presentes en los huesos. Esta prueba es crucial para diagnosticar y monitorizar la osteoporosis, una enfermedad que debilita los huesos y aumenta el riesgo de fracturas.
¿Para qué sirve la densitometría ósea?
- Diagnóstico de osteoporosis:
Permite identificar la pérdida de masa ósea y determinar si la persona tiene osteoporosis o osteopenia.
- Predicción del riesgo de fracturas:
Ayuda a evaluar la probabilidad de sufrir una fractura en el futuro, lo que permite tomar medidas preventivas.
- Monitoreo del tratamiento de la osteoporosis:
Permite evaluar la efectividad de los tratamientos y ajustar la terapia si es necesario.
¿Cómo se realiza la densitometría ósea?
- Preparación:
No es necesario ayunar, pero se debe evitar el consumo de suplementos de calcio en las 24 horas previas a la prueba. También se debe quitar cualquier objeto metálico o prenda que pueda interferir con la imagen.
- Procedimiento:
El paciente se acuesta sobre una mesa de examen mientras el aparato DXA pasa lentamente por el área a medir (generalmente la columna vertebral y las caderas).
- Duración:
El procedimiento suele durar entre 15 y 30 minutos.